miércoles, 9 de junio de 2010
Ubicacion Geografica
Habitaban el sector norte y central de la isla de Tierra del Fuego y era una zona fría que estaba cubierta por bosques.
Situacion Actual del Pueblo
Cuando los primeros colonizadores pisaron la isla de Tierra del Fuego, se produjo el comienzo del fin de esta etnia, muriendo en sólo 20 años casi todos los nativos. Esto fue provocado en gran medida por los grupos de "cazadores de indios" formados por ciudadanos europeos que realizaban expediciones de exterminio, donde José María Menéndez Menéndez fue el mayor propulsor.
Julio Popper tuvo varios enfrentamientos con los selknam fotografiándose con las "piezas cobradas". Capataces y peones ingleses, escoceses, irlandeses e italianos, fueron los "cazadores de indios" que como Mac Lennan o "chancho colorado", pusieron el precio de una libra por testículos y senos y media libra por cada oreja de niño. Otro testimonio referido a los aborígenes que ahogaron entre la marea y los fusiles en Cabo Peña dice:
De los 4.000 de 1880 apenas quedaban 500 hacia 1905. Para entonces el genocidio casi había cesado. Los pocos que quedaron luego sucumbieron por las enfermedades introducidas.
Hacia la década de los años 1980 quedaban entre 3 y 5 descendientes: Pacheco, Francisco Minkiol (nacido en 1916 en Río Gallegos), Federico Echelaine (nacido en 1905), Luis Garibaldi Honte (90 años, nacido en la Isla Grande), Segundo Arteaga y Rafaela Iston Martínez. El grado de conocimiento de su lengua variaba en cada caso. Anne Chapman cita también a Rosaria Imperial y Alfredo Rupatini. Probablemente a estas alturas ya no quede nadie vivo que hable esta lengua. También se menciona como una de las últimas selknam a Virginia Choinquitel, quien murió en 1999 a los 56 años.
Avances Culturales
Vivienda: Los selk´nam tenían dos tipos de vivienda, kaulvi: la menos usada usada era una choza cónica y la más común, una tienda o paravientos. Construían la chozas en zonas de bosque, donde había madera necesaria. Hacían las paredes con troncos delgados y largas ramas, que enterraban en forma de círculo, enlazando las puntas en ápice. Ataban una manta de cueros raspadas de guanaco a la pared, mediante tiras insertadas en los mismos cueros, o simplemente los afirmaban a intervalos sobre la pared entre los troncos y las ramas
Vestimenta y adornos. Los fueguinos hacían sus vestimentas exclusivamente con pieles y cueros de animales, y el guanaco se presentaba muy bien a este propósito, La piel del guanaco, sin embargo, con la que se hacían casi toda la ropa, era muy apropiada. Pero para las mantas o capas largas, los selk'nam preferían la piel de zorro, aún más abrigada. Como alternativa a estas pieles usaban los de roedores y lobos marinos. Las pieles eran cocidas con nervio o tendón de guanaco por orificios directos con un punzón o lezna de hueso.
La indumentaria principal, el manto o capa, era usada por todos.
El manto se usaba como frazada para dormir y también como escudo para tirar flechas. Los hombres cazaban o peleaban casi desnudos.
Los niños también se abrigaban con capas largas, sujetas por tiras a la altura del cuello, aunque por el compamento a menudo corrían desnudos, inclusive en invierno.
Envolvían a los bebés en suaves pieles de zorro y para cargarlos usaban una cuna en forma de pequeña escalera, en la cual eran aseguradas con tiras de cuero. Para protejer sus ojos del reflejo del sol o de la nieve, se valían de un trozo blando de cuero de guanaco, que sujetaban a su cabeza a modo de visera.
A las mujeres les gustaban los collares y pulseras, simples o dobles, cuidadosamente trenzados con nervios o tendones de guanaco. Además lo hacían de pasto enhebrado. También usaban collares de caracoles o huesos de aves.
Todos usaban el pelo largo, excepto el flequillo, que recortaban con gran cuidado. El tatuaje sobre el antebrazo era muy común, pues lo consideraban embellecedor.
La gente se pintaba diariamente por razones de orden práctico, además de estético y simbólico. El akel, la pintura roja, era lo más común y servía para proteger el cutis del viento y del frío. Quitaban la pintura y la grasa del cuerpo frotándose con un liquen llamado “barba”, y con otra planta.
El rojo era considerado el color más bello.
Antes de salir a cazar guanacos los hombres pintaban sus cuerpos y también sus arcos y aljabas de color rojo obscuro, amarillo o blanco, según la estación del año para confundirse con la vegetación.
Religión. En la religión de los onas se dice que existía un ser supremo, al que llamaban Temaukel; Kenos; su mensajero, creó todas las cosas del mundo y fue el héroe civilizador de ese pueblo; luego hay otros muchos dioses espíritus, unos relacionados en el kloketen y otros con los onas muertos.
Los muertos eran envueltos con su manto de pieles y atados, luego enterrados o depositados, ocasionalmente, en cuevas o árboles huecos, nunca quemados. Las pertenencias del muerto eran destruidas y se prohibía pronunciar su nombre.
Lengua:
Pertenece a las lenguas Tshon, junto con el Aonik Aish de los Aónikenk (Tehuelches) y el Mannekenk de los Haush, que entre ellas eran mutuamente ininteligibles y sin aparente relación genealógica. Actualmente, la lengua está completamente extinguida.
Actividades Economicas
Los Selknam eran cazadores recolectores terrestres de alta movilidad, lo que les permitía explotar los recursos dispersos en la Isla. Importante recurso era el guanaco, que se cazaba con arco y flecha, pero también con boleadoras. Esta era una ocupación netamente masculina, pero hombres y mujeres cazaban y pescaban. Nadie estaba exento del trabajo, excepto niños pequeños, ancianos y enfermos, Quienes tenían aptitudes para ciertas actividades económicas comunes al grupo eran distinguidos con un título honorífico, por ejemplo, el artesano que hacía arcos o puntas de flecha, los cazadores especializados en ciertas piezas o los chamanes. Las mujeres hacían casi todos los trabajos domésticos, eran recolectoras, cocinaban, tejían canastas, preparaban y cosían cueros y pieles, cuidaban a los niños y transportaban los enseres domésticos, recogían leña, traían agua y construían la vivienda. Los hombres fabricaban el utillaje (las herramientas de piedra, hueso y madera) y aportaban los principales elementos de alimentación, vestido y vivienda. El único animal doméstico era el perro, indispensable para la caza de guanaco y del zorro. No se sabe bien cuándo adoptaron al perro, pero era tan preciado que al morir el dueño del animal, éste era heredado por los parientes. Antes de la explotación marina a gran escala, la zona era rica en lobos marinos y ballenas. Éstas varaban ocasionalmente, siendo aprovechadas por todos en un gran festín. Comían casi cualquier especie de ave, excluyendo solo las rapaces. Mujeres y niños recolectaban huevos, hongos, bayas y moluscos en costas, ríos, lagos y lagunas. Cuantitativamente, los vegetales no eran muy importantes, pero sí como complemento para la carne y cuando ésta escaseaba como dieta principal. En tiempos de gran hambruna recurrían a las algas marinas.
Organizacion Politica y Social
La base de la organización era la familia, padre, madre, hijos, pero a esta se incorporaban los parientes que ocupaban el mismo territorio, llamado haruwenh. Había muchos territorios perfectamente delimitados. Formaban "clanes" patrilineales de 40 a 120 miembros con jurisdicción sobre un territorio de caza. Los hombres tomaban esposas de otros clanes.
Dada las características insulares del territorio fueguino, el espacio fue organizado en función a su división, por medio de los haruwen (‘nuestra tierra’, ‘nuestra patria’), que constituyeron la base de la organización social de los selknam. Cada haruwen se organizó en función a linajes patrilineales exogámicos y patrilocales.
Dependiendo de su línea patrilineal, los selknam descendían de un cielo que representaban con rayados ideoplásticos, simbolizando pájaros, animales, peces, vientos, mares o árboles, considerados como sus antiguos howen.
Cada haruwen representaba un cielo, lo que significaba que cada familia (de herencias paterna) poseía un espacio físico específico, dentro del cual obtenían los recursos por medio de la caza y la recolección, lo que necesariamente obligaba a mantener una búsqueda constante de alimentos que contribuía a la vida nómade de los selknam. Cada espacio era respetado por las familias y compartidas excepcionalmente por circunstancias especiales, como, por ejemplo, las celebraciones del hain (ceremonia de iniciación), escasez de alimentos, matrimonios, etc.
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